martes, 25 de agosto de 2020

sanar

Las heridas sangran.
Las heridas lloran.
Las heridas duelen.
Algunas se abren.
Algunas nunca desaparecen.
Algunas dejan cicatriz.

Sanar heridas, darles amor, calmar el dolor. Sanar heridas ajenas incluso cuando a veces cubro las mías con curitas que no impiden que la piel se siga desgarrando debajo; incluso cuando me siento un poco hipócrita profesando el amor propio del que yo carezco.

Poder sanar heridas me hace sentir especial, es mi propósito y mi superpoder.

Los abrazos sanan, las palabras reconfortan (como esta sarta que escribo ahora me reconforta a mí), pero el silencio también. El silencio con intención, el silencio con interés, el silencio con presencia, el silencio que dice lo que las palabras no alcanzan a expresar; el silencio solo, el silencio en compañía; el silencio que precede a la respuesta muda antes del llanto (mi silencio característico) y el silencio que se despliega cuando ya no hay más que llorar.

Tengo heridas grandes que a veces se abren sin que pueda evitarlo, heridas que sangran en lágrimas antes de irme a dormir o que se desgarran de la nada y duelen como la mierda en cualquier momento del día.

Llevo heridas curiosas que, ya sanas, me dejaron un sentir a modo de cicatriz que sólo se revive escuchando canciones específicas.

Empecé a aprender que cada tanto me hace bien mostrar mis heridas, incluso las que creo irreparables, las que cargo hace años y no ven la luz desde que me las hice. Hoy mostré algunas de esas y para mi sorpresa el diagnóstico esta vez fue diferente.

miércoles, 24 de enero de 2018

interdimensional

Una vez escribí un fanfic en el que una tormenta llevaba a los hermanos Pevensie de vuelta a Narnia. El viento de esta noche me recordó eso, cuando imaginaba cómo un poco de "magia" podía transportarme a otros mundos, no me importaba dejar todo atrás sólo por la mínima posibilidad de vivir en una tierra donde las habilidades de las personas o las cosas retaran la normalidad de esta.

Hoy en día, ¿dejaría todo atrás? Si existiera otro lugar, no digo Narnia específicamente, sino una ponele dimensión donde las cosas fueran diferentes, tal vez mejores, ¿se irían? ¿O preferirían conformarse con esta realidad?

Yo de chica sin dudas hubiera avanzado, no cabía en mí cabeza como los Pevensie en la historia de C.S. Lewis dejaban Narnia, renuncian a ser reyes de una mundo lleno de magia para volver al suyo donde eran una familia medio cagada de hambre en la mitad de una guerra mundial. Para mí, a esa edad, Narnia era mi escape, habría dado lo que fuera por ir, incluso si capaz no me tocaba una vida lujosa allá.

Pero ahora crecí un poco más y en este delirio que me pintó estos días me doy cuenta de que no me había hecho esa pregunta en años, y que no puedo responder automáticamente como antes. ¿Por qué? ¿Por miedo a la incertidumbre? ¿O por no querer soltar lo que tengo acá por temor a no recuperarlo? Supongo que es eso último por mí parte, pero háganse la pregunta por un segundo, aunque sea para jugar rondando otros tópicos de pensamiento: ¿Dejarían este mundo por otro en el que un poco de la fantasía o la ficción con la que alguna vez soñaron de chicos (o de grandes) fuera real? ¿Incluso si implicara soltar todo lo que tienen y empezar de cero? ¿Sí? ¿No? Justifique su respuesta (?)

viernes, 1 de enero de 2016

MMXVI

No voy a escribir el puto balance de fin de año, me niego, porque el 2015 fue una mierda salvando algunas cosas.
Sólo espero que el 2016 traiga sorpresas de las buenas, irregularidades atractivas y únicas como un buen año bisiesto, y buenas relaciones, sobre todo buenas relaciones.
Quiero poder hablar con la gente y no temer decir algo que a otros pueda ofender. Poder volver a ver a mis amigos, salir a la noche o juntarnos a tomar una cindor en la plaza, no sé, los extraño. Quiero poder sentarme en una mesa con mis seres queridos y no sentir la tensión en el ambiente, que todos nos olvidemos un poco de todo y poder pasar un buen rato juntos. Y quiero paz entre mis seres queridos, todos, familia, amigos, él.

Quiero bailar, mucho. Quiero iluminarme y decidir a dónde encaminarme. No pido resolver mi vida, pero al menos encontrarle un rumbo mínimamente temporal y tirarme de cabeza.

Y sé que quiero más cosas, pero creo que ya con todo esto es mucho pedir u.u

Feliz año :)

jueves, 30 de julio de 2015

ego

Que situación de mierda. Suelo ser más light, más correcta al escribir, pero esto no tiene otra descripción que eso, una mierda.
No le voy a hablar, al menos por un tiempo, porque tengo el ego dañado. Ella debería hablarme, ella debería haberme hablado, ella debería haberse dado cuenta de que se mandó una cagada y venirme a hablar cuando yo estaba mal por algo en lo que ella estaba involucrada.
A final de cuentas yo soy la buenuda siempre. Debería dejar de darles oportunidades a los demás, de suponer que si yo los trato de una manera, ellos van a responder igual. Dejar de anteponer la satisfacción que me da el contentar a todos, por sobre la satisfacción de obtener un premio, por ejemplo.

Y ahora me siento mal, y quiero contárselo a mi mejor amiga, pero ah no, no puedo quiero.
No quiero que algo tan estúpido como esto nos separe, un par de veces ya me enojé por pelotudeces que pasaron solas y no dije nada, pero esta vez en serio estoy muy dolida.